viernes, 22 de abril de 2011

ALCOHOL Y VIOLENCIA DOMÉSTICA



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¿INFLUYE EL CONSUMO DE ALCOHOL EN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR?
Por: JORGE RODRÍGUEZ ESTRADA
Torreón, Coah.- La violencia intrafamiliar es un fenómeno que se incrementa notablemente los fines de semana, cuando se presenta una elevada ingesta de alcohol. Aunque no es muy frecuente, también se reciben quejas contra mujeres que golpean a sus maridos, señaló Gerardo Antonio Pérez Pérez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).


Por lo general, añadió el funcionario, son los hombres quienes agreden a las mujeres y a los menores y estas situaciones, muchas de las veces van acompañadas de la ingesta de alcohol o cerveza y en algunos casos hasta con drogas como mariguana, cocaína o heroína.
Aunque no es muy frecuente, también se reciben reportes de hombres que son golpeados por las mujeres y que de no tenerse aún tan arraigado el mito del ?macho mexicano?, quizás el número de este tipo de quejas crecería en forma considerable, señaló.


Esta problemática, que si bien tiende a distraer tanto al Ministerio Público, estamos obligados a atender, para tratar de calmar los ánimos entre las partes antagonistas, pero sobre todo para evitar cualquier incidente de mayor índole, dijo Pérez Pérez.


En los casos que uno o ambos cónyuges persistan con su agresividad, los servidores públicos tienen indicaciones primero de intentar calmar los ánimos, pero de no ser así, tienen que ser remitidos a la cárcel municipal donde la parte afectada o bien ambos, pueden interponer su denuncia, expresó el delegado de la PGJE.
Por desgracia, dijo, un gran número de estos incidentes termina con el perdón de la parte afectada, pues lo único que quiere es que detengan y encierren en la cárcel por un rato a la parte agresora, de manera que se calme y luego de unas cuantas horas, quienes anteriormente solicitaron el apoyo policíaco van a pagar la multa y así liberar al detenido.


En otros casos, sí se llega a interponer una denuncia en el Ministerio Público, pero al final siempre termina en lo mismo, el perdón del ofendido y la liberación del agresor, afirmó.
Pérez Pérez aseveró que lo conducente en este tipo de situaciones es que la parte afectada interponga su denuncia de manera que siga un proceso, ya que este tipo de delitos tipificados como ?especiales? en el Código Penal, establecen claramente las sanciones que se pueden aplicar, sobre todo si se trata de reincidentes.
El delegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado, consideró que falta la cultura de la denuncia por parte de la ciudadanía, pues mientras se tenga la idea de que los guardianes del orden deben intervenir para calmar problemas de tipo familiar y al cabo de un tiempo otorgar el perdón al inculpado, se seguirá distrayendo la atención de los servidores públicos para atender otros ilícitos que afectan a la gran mayoría de la comunidad.


Señaló que debido a las costumbres y la idiosincrasia del pueblo mexicano, principalmente del consumo del alcohol, el problema de la violencia intrafamiliar se agudiza cada vez más, lo que aunado a la desintegración de la familia, se están presentando incluso casos de hijos que golpean a sus padres, sobre todo cuando el muchacho es víctima de la farmacodependencia.
En estos casos es cuando los padres ya no tienen control sobre sus hijos y esto ya le han perdido el respecto a sus progenitores, tanto al padre como a la madre y por desgracia esto va en aumento, terminó diciendo Gerardo Antonio Pérez Pérez.
Abuso a menores: Es importante que los padres de familia interpongan la denuncia correspondiente cuando sus hijos hayan sido agredidos, principalmente cuando el atacante es una persona adulta, ya que este delito debe ser castigado sobre todo si existe la agravante de lesiones, expresó Gerardo Antonio Pérez Pérez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
En la agresión a menores, cuando hay lesiones, existe una comisión de delito que debe y puede denunciarse en la PGJE, ya que este ilícito está calificado como agravante según el Código Penal de Coahuila, dijo.
Los casos de agresión infantil deben denunciarse con el Ministerio Público de manera que integre la averiguación previa en donde se señalen el tipo de lesiones y el sujeto pasivo del delito (el menor), para establecer el agravante y de esta manera que la sanción sea mayor, en el caso que sólo hubiese habido la agresión, señaló.
Sin embargo, recalcó, es de suma importancia que en estas situaciones, los padres del menor afectado acudan a la autoridad competente a interponer la denuncia, pues sólo de esta forma se podrá proceder en contra el presunto responsable.
Señaló que por desgracia las agresiones a menores de edad se están incrementando, quizás debido a que no existe una cultura de denuncia entre la población o bien, los padres del afectado optan por no proceder por temor a represalias o por falta de tiempo.
Lo anterior debe dejarse a un lado, pues de otra manera los agresores seguirán haciendo de las suyas sin que se les aplique un castigo ejemplar, concluyó.

SENDEROS DE PREVENCIÓN
Cursos En Línea  -  El Vínculo Entre el Alcohol y la Violencia


En el pasado, la sociedad casi siempre excusaba a los hombres por cometer actos violentos contra las mujeres cuando estaban borrachos. Sin embargo, hoy en día ya la gente no acepta tal comportamiento como normal.

El alcohol y la violencia doméstica tienen algunas cosas en común
 • Ambos pueden ser transmitidos de generación en generación.
 • Ambos involucran la negación y minimización del problema.
• Ambos pueden causar que el abusador y la víctima se sientan aislados.
• Ambos se derivan de una necesidad de poder y control.


Cómo Empieza la Violencia


El destructivo hábito de beber y la violencia en el hogar pueden existir antes del
matrimonio. Los malos hábitos pueden comenzar en los días de citas en la
adolescencia, algunas veces después de observar que los padres exhiben los mismos comportamientos.
Siempre que ocurran el hábito destructivo de beber y la violencia, una pareja estará ejerciendo poder y control sobre la otra.
Una mujer que se convierte en víctima del abuso está en riesgo de abusar del alcohol y otras drogas para escapar del dolor y la vergüenza del abuso. 


Algunas parejas abusivas fuerzan a la mujer a beber o a tomar drogas bajo la amenaza de más violencia. La mayoría de las mujeres no se dan cuenta de que beber alcohol (en cualquier cantidad) las pone en riesgo de violencia.
El alcohol puede estar conectado con la violencia doméstica, aunque uno no cause el otro. No todos los hombres que abusan del alcohol se tornan violentos. Algunos hombres son violentos ya sea que beban o no.
En los casos en que tanto el alcohol como la violencia están presentes, la violencia familiar puede empeorar cuando el hombre deja de beber. En respuesta, algunas mujeres tratan de animar al hombre a comenzar a beber de nuevo de modo que ellas pueden predecir mejor el patrón de abuso.


Ciclo de la Violencia
Por lo general la violencia doméstica ocurre en ciclos. Si no se hace nada para detenerla, la violencia puede repetirse de generación en generación. La violencia también ocurre cíclicamente en las etapas de una relación entre dos personas. 
Las etapas incluyen:
• La Fase de Luna de Miel: Ambas parejas exhiben su mejor comportamiento
y comparten un sentido de emoción y novedad. Se intercambian regalos. El
alcohol puede estar presente sólo en ambientes sociales o románticos. No hay
un verdadero aumento del hábito de beber.
• La Fase de Creación de Tensión: Después de varios meses o un año, la
mujer siente que se crea tensión y nota señales de temperamento o criticismo de parte de su pareja. Ella puede tratar de minimizar los problemas y tiende a
sentirse como si estuviera “caminando sobre cáscaras de huevo”. En algunas, pero no en todas las relaciones abusivas, el hombre puede empezar a beber con exceso. A medida que crece la tensión, el abuso del alcohol se puede convertir en un problema, jugando un papel principal en ataques verbales y violencia menor.


Algunas mujeres pueden beber para disminuir la tensión.
• La Fase de Maltrato Serio: En esta etapa, la violencia que resulta puede ser severa, requiriendo atención médica para fracturas, cortes y quemadas. Un hombre que abusa tanto del alcohol como de su pareja puede empezar a depender del alcohol para aliviar sus sentimientos de impotencia, culpa y tensión. Las mujeres también pueden usar el alcohol para escapar del dolor físico y emocional.
Después de un episodio de violencia, el comportamiento del hombre puede
cambiar dramáticamente. Se torna encantador, lo que conduce a la siguiente
fase.
• La Fase de Luna de Miel: El hombre se siente culpable por la violencia y pide
perdón. Se comporta de manera similar a cuando estaban en los principios de la relación. Le dice a la mujer cuánto la quiere y cuánto la necesita. Si ha estado abusando del alcohol, puede parar de  beber. Ya sea que el alcohol esté
involucrado, en cualquier relación abusiva, la fase de luna de miel eventualmente conduce al siguiente ciclo de la violencia.


La Importancia de Reconocer el Problema: Las familias que experimentan el abuso del alcohol y el físico tienen una sólida necesidad de negar el problema.
La gente que no experimenta los problemas directamente también necesita reconocer el problema en sus comunidades. Se estima que 3 millones de niños entre las edades de 3 y 17 años están en riesgo de exposición a la violencia de los padres cada año.
Muchas personas no están conscientes del impacto el abuso doméstico y del alcohol que tienen sobre los niños. Los niños pueden carecer de esperanzas y sentirse indefensos.
Viven con el temor y la vergüenza. Los bebés podrían no prosperar o sentirse alejados de sus cuidadores. Los niños podrían registrar su trauma físicamente. Pueden quejarse de dolores de estómago, dolores de cabeza y problemas con el sueño. Los niños también pueden sufrir descuido debido a que no se atienden sus necesidades físicas y emocionales.
Los niños mayores podrían tornarse agresivos, deprimidos, o tener un bajo desempeño escolar. Además, los niños pueden hacerse adictos al alcohol o drogas para escapar de su vida hogareña.


Violencia de las Citas de Adolescentes:
El alcohol juega un gran papel en las relaciones abusivas entre adolescentes. Más del 60 por ciento de las agresiones sexuales involucran el alcohol. En efecto, uno de cada cuatro adolescentes experimentarán abuso sexual o no-sexual para cuando terminen el colegio o lleguen a los 21 años de edad.


Las relaciones abusivas entre adolescentes siguen los mismos patrones de las parejas de mayor edad. Sin embargo, los efectos de la violencia sobre las adolescentes pueden incluir:
• Desórdenes alimenticios • Uso de alcohol y drogas • Dificultades para dormir; enfermedades físicas relacionada con la tensión
• Depresión; tendencias suicidas; mayor aislamiento de los amigos
• Falta de concentración y bajas calificaciones en la escuela.


Para obtener más información, vaya a www.samhsa.gov/preventionpathways y haga clic en “cursos” para encontrar el Módulo 5 del curso en línea, “No Me Pasará a Mí: Abuso de Sustancias y Violencia Contra las Mujeres”
Referencias Fazzone, PA; Holton, JK, y Reed, BG. (1997). Substance abuse treatment and domestic violence. Treatment improvement protocol series 25. (DHHS Publicación No. SMA 97-3163). Rockville, MD: Centro para el Tratamiento de Abuso de Sustancias.
Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo. (1997, octubre). Alcohol, violence, and aggression (Alcohol
Alert No. 38). Rockville, MD: Autor, Institutos Nacionales de la Salud, Departmento de Salud y Servicios Humanos.
Disponible en www.niaaa.nih.gov/publications/aa38.htm

jueves, 21 de abril de 2011

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Es de mi interés y supongo que tambien el de muchas personas que visitan este espacio, ampliar conocimientos en torno al tema del alcoholismo y todos los factores que le rodean.
Es por eso que pretendo publicar, además del contenido literario de mi obra, información importante al respecto.
Gradualmente pondré a su alcance, y con el ánimo de informar y conscientizar a los lectores, artículos relacionados con los siguientes temas:
ALCOHOL Y ADICCIÓN - VIOLENCIA DOMÉSTICA Y ALCOHOL - VIOLENCIA DE GÉNERO - APRENDIZAJE Y ALCOHOL- DEGRADACIÓN FAMILIAR - DISGREGACIÓN FAMILIAR - ALCOHOL Y PATOLOGÍAS - ALCOHOL Y SALUD PÚBLICA - ACCIDENTES DE TRÁNSITO - HEREDABILIDAD ALCOHÓLICA - PERSONALIDAD Y ALCOHOL - FARMACOLOGÍA DEL ALCOHOL -  EFECTOS DEL ALCOHOL - ALCOHOL Y DELINCUENCIA - ALCOHOL Y SEXO - COMO DESCUBRIR SI TU HIJO ES ALCOHÓLICO - COMO AYUDAR A TU HIJO ALCOHÓLICO - TEST DE ALCOHOLISMO 
y muchos otros temas relacionados.


Recuerda que tanto el libro como este espacio están realizados con la finalidad primordial de conocer y comprender el tema, en busca de soluciones para quienes se sienten afectados y son vulnerables.


Prima sobre cualquier interés transmitir un mensaje de conscientización en busca de la prevención y la acción por parte de todos los miembros de la sociedad en contra del alcoholismo y sus implicaciones.


"POR FAVOR  PRESTA ATENCIÓN AL TEMA, PARTICIPA, HAZLO POR TI, POR TUS HIJOS, POR TUS SEMEJANTES".

        





Adicción al Alcohol — ¿Qué es el Alcoholismo?
La adicción al alcohol es simplemente definida como una necesidad compulsiva de un líquido intoxicante que se obtiene del grano o la fruta fermentada. Estos líquidos incluyen cerveza, vino y otros licores fuertes.

El alcoholismo está presente cuando una persona desea alcohol y no puede limitar y contener su consumo. Si alguien experimenta los síntomas de abstinencia, tales como náusea, sudor, temblores o ansiedad, cuando el consumo de alcohol ha cesado o si hay necesidad de consumir mayores cantidades de alcohol con el fin de sentirse mejor, es probable que esa persona sea alcohólica.

Algunos pueden pensar que simplemente se trata de tener la voluntad para dejar de beber, pero el alcoholismo es más complicado que eso. El deseo de un alcohólico es tan grande que suprime su habilidad para dejar de tomar. La mayoría de los alcohólicos necesitan asistencia para dejar de beber. Con el tratamiento y apoyo de la familia y amigos, muchos han sido capaces de dejar de beber y reconstruyen sus vidas. Sin embargo, es un hecho triste que hay muchos que son incapaces de parar, a pesar de estas ayudas.
Adicción al Alcohol — ¿Cuáles Son Las Causas Y Efectos Del Alcoholismo?
Los científicos dicen que si alguien tiene adicción al alcohol, es más probable que los miembros de su familia, si escogen beber, desarrollen alcoholismo. El alcoholismo también se puede desarrollar o empeorar, dependiendo del ambiente en el cual la persona vive o de experiencias traumáticas en la vida. Estos factores pueden incluir cultura, familia, amigos, presión de grupo y la manera en que esa persona vive.

El alcoholismo puede llevar a la gente a involucrarse en serios problemas y estos pueden ser destructivos, tanto física como mentalmente. En la actualidad, el uso del alcohol está involucrado en la mitad de todos los crímenes, asesinatos, muertes accidentales y suicidios. También hay serios problemas de salud asociados al uso del alcohol, tales como: daño cerebral, cáncer, enfermedades cardíacas y enfermedades del hígado. Los alcohólicos que no dejan de beber, reducen su esperanza de vida entre 10 y 15 años.
•       Demasiado alcohol puede destruir las células cerebrales, provocando posiblemente daño cerebral.
•       El alcohol altera de manera importante la estructura y función del sistema nervioso central, impidiendo la habilidad para retener, consolidar y procesar la información.
•       El consumo moderado de alcohol, puede afectar las habilidades cognitivas, mientras que las grandes cantidades interfieren con el aporte de oxígeno al cerebro, provocando desmayos cuando se está totalmente ebrio.
•       La adicción al alcohol también puede inflamar la boca, el esófago y el estómago y puede provocar cáncer en estas zonas, especialmente en los tomadores que también fuman.
•       Beber ocasionalmente puede producir dolores de cabeza irregulares; quienes abusan del alcohol experimentan un riesgo mayor de presión alta, ataques al corazón y otras enfermedades cardíacas.
•       El alcohol también puede dañar la visión, la función sexual, disminuir la circulación, ser la base para la malnutrición y la retención de líquidos.
•       También puede conducir a trastornos pancreáticos y de la piel, debilitar los huesos y músculos y, por lo tanto, disminuir la inmunidad.
Una gran porción de alcohol es procesada en el hígado. Es importante notar que el hígado tiene una tasa fijada de procesamiento de alcohol; por lo tanto, cuando el hígado es usado en exceso, se pueden provocar trastornos y malfuncionamientos, haciendo del hígado el primer órgano dañado por el alcohol. El daño del hígado puede ocurrir en tres etapas. La primera etapa es el agrandamiento del hígado, en el cual las células del hígado son impregnadas por tejido grasoso anormal. La segunda etapa es la hepatitis alcohólica, en la cual las células del hígado se hinchan, inflaman y eventualmente mueren. La tercera etapa es la cirrosis, en la cual se forma tejido fibroso cicatrizado, el cual disminuye el fluido de sangre a través del hígado.                                   



EMBORRACHARSE NO ES TAN DIVERTIDO Y CUESTA DEMASIADO CARO…
La borrachera no es algo muy moderno… Desde muy antiguo los hombres recurrieron al alcohol para “alegrarse”, salir de la realidad, olvidar las penas, etc. Sin embargo ahora se ha puesto terriblemente de moda entre los adolescentes, pues la han convertido en un componente esencial de su diversión. Es más, en una necesidad y casi condición de diversión.
El problema no es el alcohol en sí mismo. Un cristiano sabe que Cristo convirtió el agua en vino en Caná y que consagró vino en la Ultima Cena, convirtiéndolo nada menos que en su sangre. De manera que no puede ser algo malo y condenar sin más el alcohol, no tendría sentido.
El problema aparece cuando se toma “de más”. Algo difícil de definir en general… pero fácil de experimentar: cuando se altera el normal funcionamiento de la inteligencia y el control que la voluntad ejerce en la persona. Este “de más” tiene básicamente dos etapas o grados: “alegrarse” (vaga sensación de soltura, que altera superficialmente la personalidad) y “emborracharse” (pérdida del control de uno mismo, sucesiva pérdida de equilibrio, etc., según cuánto de borracho se esté). La moral cristiana calificará estas faltas contra la  virtud de la templanza como pecado venial o mortal según se trate del primer caso o del segundo.
Emborracharse no es un juego, tiene su precio… y es mucho más caro que el valor del alcohol que se toma… Y lo caro de su precio se debe a sus consecuencias físicas, psicológicas y morales.
Cuando se toma en exceso, lo primero que se pierde es el control de lo que se toma. Se pierde la noción de límite y, con ella, el control de sí mismo.
Y es un problema muy serio... Tan serio que miles de personas trabajan en el mundo contra el flagelo del alcohol. No son maniáticos abstemios. No son exagerados. Son médicos, psicólogos, asistentes sociales, voluntarios, etc. que atienden a víctimas del alcohol y por eso saben el daño que produce. Para comprobarlo baste que busques en Internet. El buscador de Google a la voz alcoholismo, responde con 299.000 sitios; alcoholism (en inglés) con  3.830.000 sitios; alcohólicos anónimos 30.800 sitos; alcoholics anonymous 553.000 sitios. Para pensarlo ¿no?
¿Por qué es moralmente malo emborracharse?
¿Cuál es el problema del exceso de alcohol?
1. Porque degrada la propia dignidad humana. Por esto el espectáculo de un borracho produce un rechazo casi instintivo, aunque los adolescentes al principio se lo tomen en broma… hasta que se hartan de tener que estar arrastrando a un amigo, llevándolo, cuidándolo, como si fuera una cosa –que a eso se ha rebajado–. ¿Has visto a una persona borracha? Tirado, sin poder hablar coherentemente, sin poder dirigir un sólo movimiento de su cuerpo, sin darse cuenta de lo que pasa, incluso vomitando… ¿Existe alguna situación más degradante para el ser humano? La verdad es que no se me ocurren demasiadas.
¿Alguien puede decir que resulta divertido estar tirado, sin poder ni hablar, vomitando…? Y ¿qué pasa con los síntomas post borrachera –la resaca (vómitos, mareos, dolores de cabeza…)? No va por la línea del gusto, placer, etc. sino por la de lo desagradable y horrible.
Las capacidades superiores del ser humano son la inteligencia y la voluntad. Privarse voluntariamente de ellas innecesariamente es rebajarse a nivel animal. Se puede anestesiar a una persona para operarla, pero sin una necesidad verdadera no tiene sentido ni vale la pena correr el riesgo de la anestesia.
Rebajarse al nivel animal, voluntariamente y sin necesidad, es un acto humanamente malo: me deshumaniza, me rebaja en dignidad, me animaliza.
2. Es progresivo. Cuando se pierde la medida… es muy difícil volver a encontrarla. Es un hecho que el exceso de alcohol hace entrar en una espiral de consumo.  A medida que se toma uno se va acostumbrando y necesita más cantidad para conseguir el mismo resultado de excitación.
3. Porque puede ser adictivo. Rápidamente se convierte en una necesidad. Se comienza tomando porque se quiere y, al tiempo, se sigue tomando porque la dependencia lo exige. No se puede dejar de tomar,2 cuesta mucho esfuerzo hacerlo alguna vez. Uno se convierte en un tomador compulsivo, al menos en
determinadas condiciones (en fiestas, asados, reuniones, etc.). Muchas veces es el primer paso.
Todos los alcohólicos (normalmente llamados  borrachos) recorrieron el camino de emborracharse esporádicamente. Si te interesa saber cómo es ser alcohólico andá a algún grupo de Alcohólicos anónimos
a averiguar (allí te darán todo tipo de detalles) o preguntale a algún conocido que tenga su padre o madre alcohólico y te contará lo “emocionante” que resulta vivir con una víctima del alcohol.
Obviamente no todos los que se emborrachan alguna vez acaban siendo alcohólicos; pero todos los alcohólicos comenzaron sí. Hay un hecho claro: si no querés llegar a ser alcohólico no recorras el camino que los alcohólicos recorrieron. Es muy conveniente tener un sano miedo a las adicciones. El precio es demasiado caro… no compensa pagarlo.
No pienses que exagero. El riesgo es muy real: los alcohólicos no son personas sin sentido, ni idiotas; no buscaron serlo… y sin embargo lo son, aunque mucho les cueste reconocerlo (lo peor del caso es que muchos ni son conscientes de su dependencia). Y llegaron a serlo sin proponérselo, me atrevería a decir, que sin darse cuenta. Obviamente nadie decidió ser alcohólico.
Con el emborracharse y el alcoholismo sucede algo parecido que con las rifas. Si no tengo ningún número no puedo ganarla. Cada número que compro tengo mayores probabilidades de ganarla… Cada vez que una persona se emborracha obviamente sus posibilidades de llegar al alcoholismo son mayores.
Y el drama del alcoholismo es terrible… Quien tiene en su familia un alcohólico… sabe de qué se trata.
Lo ha sufrido en carne propia… No hace falta explicarle las “bondades” del alcoholismo: gritos, malos tratos, insultos, faltas de delicadeza, papelones, vergüenzas, agresiones, etc.
Hay cosas con las que no se juega: no se debería arriesgar tanto por nada.
4. Perjuicios en la salud física
El abuso de alcohol está conectado con muchas enfermedades: en los países desarrollados el alcohol es la principal causa de discapacidad entre los hombres, y, en los en vías de desarrollo, la cuarta. Es causante de más de sesenta enfermedades; entre ellas, el cáncer de mama y los  problemas cardíacos.
Es curiosa la relación del alcohol con las enfermedades del corazón. El beber poco, regularmente y sin excesos ocasionales, disminuye el riesgo de las mismas; mientras que el exceso de alcohol lo aumenta.
Conclusión: emborracharse hace daño a la salud. ¿Te suena la cirrosis o cáncer de hígado…? Y las neuronas que mueren…
Y cuanto más joven se comienza a tomar, más graves son los daños que produce.
Los artículos sobre el tema impresionan bastante. Te recomiendo leer alguno. Basta que pongas las palabras “alcohol daño salud” en el buscador de Google y te remitirá a 85.500 páginas; o “alcohol neuronas” y tendrás toda la información que quieras.
5. Además, por las consecuencias que tiene en la conducta Se pierde el control de sí mismo. Cuanto con más frecuencia una persona se emborracha, menos dueña es de sí misma. No puede evitar tomar, en  cuanto empieza… no sabe cuándo para… porque no está en sus manos.
Como es lógico privarse voluntariamente del uso de la inteligencia y del control de la voluntad  no puede conducir a nada bueno.
Reduce los reflejos. Por esto no se debe manejar un auto si se ha bebido. No es que no puedas hacerlo, sí que se puede, el problema es que a la menor necesidad de reacción (un perro, otro auto, un peatón que cruza donde no debe…) tu capacidad de hacerlo estará reducida, te podrás quedar dormido con facilidad, etc.
Quita inhibiciones. Estoy más propenso a decir, hacer… cosas que sin alcohol no haría, diría… Y no hace falta estar totalmente “perdido
Dificulta la capacidad de defensa y respuesta, por lo que una persona borracha está indefensa y expuesta a ser víctima de quien se quiera aprovechar de su estado para abusar de ella, robarla, etc. Ante cosas que te dicen, te hacen Fácilmente encontrarás chicas que no saben bien qué les han hecho sus amigos, cosas que ellas no querían pero las manos no les respondían… las piernas tampoco… y después ni siquiera saben exactamente qué pasó o no pasó.
Una persona alcoholizada se arriesga a hacer cosas graves que no haría si tuviera control de sí misma: sexo, droga, accidentes de tránsito, violencia… las cuales al día siguiente difícilmente se pueden arreglar.
El exceso de alcohol causa innumerables accidentes: de tránsito (con sus lesiones, muertes y pérdidas materiales), agresiones y violencia, violaciones, homicidios y suicidios.
6. Consecuencias en la personalidad
Afecta psicológicamente. Obviamente no es lo más recomendable para la salud psíquica, el exceso de alcohol es una gran estafa. En un primer momento produce una sensación de bienestar que no es real, sino artificial, y por lo mismo falsa. Una vez pasado el efecto deja a la persona peor de como estaba antes de tomar.
Denota falta de personalidad: los chicos que necesitan un par de copas para sacar a  bailar a una chica, ya que en “seco” no se animan,  tienen un problema de pobreza de personalidad notable. El problema no es sólo de alcoholismo,  es de coraje, de cobardía, de falta de personalidad.
Algunos se emborrachan “para divertirse”. Pero ¿es divertido dejar de ser uno mismo?
Los problemas de personalidad no se resuelven con alcohol: timideces, vergüenzas, introversiones.
¿Qué se gana dejando de ser uno mismo por un rato? ¿No será mejor tratar de resolver los problemas de fondo?
Las carencias afectivas no se rellenan con alcohol, se profundizan.
La baja autoestima no se levanta con alcohol, se aumenta.
Las faltas de alegría no se solucionan con alcohol.
Los aburrimientos no se resuelven con alcohol: gente que es aburrida  necesita tomar para tener chispa, decir cosas jugadas, ser lanzada, decir tonterías.
Los límites personales no se resuelven: crea “ataduras”.
Por todo esto el exceso de alcohol mismo es una enfermedad.
No creas que el alcohol provea la fortaleza, la audacia, simpatía que falta. Solo quita inhibiciones haciendo a la persona más bruta. No desarrolla virtudes, sólo embrutece. Y por lo mismo, hace más difícil la virtud cuando estás sobrio.
Desmejora la personalidad. El exceso de alcohol no es el mejor método para mejorar la propia personalidad,  sino que la empeora progresivamente: incrementa la tendencias depresivas, la agresividad, etc. Es decir que agudiza los defectos del carácter… hasta volverlos enfermizos.
Introduce en el mundo de la mentira. Supone un deseo al menos implícito de huir de la realidad de uno mismo (hacerse artificialmente más lanzado, caradura, divertido, zafado, etc.), de la realidad que uno vive (el famoso beber para olvidar… olvidarme de que existo y lo que me pasa…), mentir a la familia (la borrachera se esconde a los padres). Introduce en un mundo de paraísos artificiales tan lejanos a la realidad que “a la vuelta” el choque con la misma es más duro que antes.
Impide la  búsqueda de soluciones a los problemas. La búsqueda de refugio fuera de la realidad hace que no se la enfrente y, por tanto, nada se hace para cambiarla.
Se acaba temiéndole a la verdad,  Se busca no mirarla: para que no amargue se quiere no pensar.
Molesta que a uno le recuerden la realidad.
Y el primer engaño, es el autoengaño. Es muy difícil que un alcohólico que reconozca que tiene un problema. Por tanto, si estás convencido que no tenés un problema, que te emborrachás a veces pero tenés todo bajo control,  ya tenés el primer síntoma del alcohólico –no digo que lo seas– que es no
reconocer la existencia de un problema con la bebida…
7. Otros “beneficios” del exceso de alcohol
Afecta el rendimiento académico. Normalmente quien se excede en la bebida no se excede en las notas, con las que se juega su futuro profesional.
Insensibiliza para lo espiritual. Al embrutecer, el exceso de alcohol, reduce la sensibilidad para las cosas espirituales, haciendo que a uno le resulten aburridas, lejanas y sin sentido.
Cara al futuro, hace muy difícil formar una buena familia: emborracharse no es la mejor manera de cimentar una familia. De entrada, descalifica como candidato/a razonable para el noviazgo y futuro matrimonio. No creo que ninguna persona cuerda aspire a casarse con un/a alcohólico/a. De hecho, ponerse de novio con una persona que con frecuencia toma de más con el sueño de que dejará en el
futuro es bastante suicida.
Además, las adicciones juegan en equipo, de manera que frecuentemente se van juntando alcoholismo, drogadicción, ludomanía, pornodependencia, tabaquismo. Ya que el abuso de una cosa adictiva  al crear dependencia  va quitando libertad.
Sí, ya sé. Me vas a decir “a mí no me va a pasar nada” (referido a todo lo anterior). Es lo mismo que dicen todos, también a aquellos a los que les pasa. La  razón es que antes de que les pasara, no les había pasado nada  y pensaban que nunca les pasaría.
Y no me digas que te divierte. El sufrimiento posterior (vómitos, dolor de cabeza) es peor que el gusto que te puede haber brindado la borrachera. Y el riesgo a que te exponés es muy grande y muchas veces definitivo.
Un día, después de una larga charla con un universitario sobre porqué estaba mal emborracharse desconsolado me dijo “pero sin no puedo emborracharme, ¿cómo voy a divertirme?” Se me fue el alma a los pies. Pensé “si este chico tiene que salir de la realidad para divertirse  es un infeliz en sentido propio,
la realidad le resulta imposible de gozar, tiene que huir. Tener que salir de la realidad para divertirse,
es algo muy triste. Si la realidad de tu vida te espanta de tal manera que sólo huyendo de ella a un mundo artificial te consuela,  muy pobre es tu situación  y habrá que hacer algo para resolverla: las soluciones están en la realidad, no fuera de ella”.
Desafío
¿Qué beneficios brinda la borrachera? Ponelos en comparación con los problemas que provoca.
Y verás que todas las consecuencias son negativas.
Emborracharse sólo por seguir una moda como un corderito,  por hacer lo que los demás hacen, por dar el gusto a quien se divierte haciendo emborrachar de más a los demás, por miedo a  quedar como ingenuo, por  vergüenza a ser distinto a los demás, para sacudirse el aburrimiento de no saber qué hacer, para
adquirir por un rato la caradurez que te falta.  Es muy tonto,  La moda, los demás, tus complejos sólo te pueden meter en  semejante lío si vos querés: no te jorobes la vida, no vale la pena.
EMV
15.03.055
ANEXO I
Manejar un auto,  manejarse a sí mismo
Es muy interesante analizar porqué no se pude manejar un auto después de haber bebido una cierta cantidad de alcohol.
Y el motivo de que no pueda conducirse un auto es que uno no puede conducirse a sí mismo. Para eso transcribo un artículo sacado de Internet:
http://www.iespana.es/eltiocazuelaalcoholismo/Conduccion%20y%20Alcohol.htm
Como Afecta el Alcohol en el Organismo
El alcohol afecta al organismo disminuyendo muchas de las facultades precisas para la conducción:
• Disminuye el campo visual.
• Perturba el sentido del equilibrio.
• Los movimientos se hacen menos precisos.
• Disminuye la resistencia física.
• Aumenta la fatiga.
• Se perturba la visión; se dificulta la acomodación de la vista a los cambios de luz.
• Se calcula mal la distancia.
• Disminuyen los reflejos.
• Aumenta el tiempo de reacción.
El alcohol produce también unos efectos psicológicos que hacen que, cuando se conduce, no sólo no se
sea consciente de la disminución de las facultades sino que se sienta todo lo contrario:
• Hay sentimiento de invulnerabilidad.
• Se subestima el riesgo.
• Se tienen sentimientos de impaciencia y agresividad.
• Está disminuida la capacidad de atención.
Cuando se consume alcohol se producen los siguientes problemas, que se agravan con el aumento de la
alcoholemia:
• Dificultad para percibir el color rojo (de frenado, semáforos, señalizaciones de obras).
• Dificultad para acomodar la vista a la luz y a la oscuridad y a los cambios de luz (autopistas,
cruces, túneles, etc.)
• Apreciación inexacta/equivocada de las distancias (adelantamientos, entrada en curva, no respetar
distancia de seguridad, etc.).
• Disminución del campo visual. La visión normal del ojo humano disminuye, quedando reducido
el ángulo del campo visual, por lo que se pierden los estímulos que están en los laterales (cruces).
• Aumento del tiempo de reacción. Aumenta la distancia recorrida desde que el conductor percibe
la señal hasta que actúa sobre los mandos del vehículo (al frenar ante un peligro, si se ha bebido,
se recorre un 10% más de distancia: esos metros pueden ser mortales).
Efectos de los diferentes niveles de alcoholemia en la conducción:
Alcoholemia Efectos en la conducción
0,2 - 0,5 Se altera la valoración del riesgo. Disminuye la autocrítica y se sobrevaloran las
capacidades, se tiene una apreciación incorrecta de la velocidad.
0,5 - 0,8 predomina la sensación de euforia y no se toma conciencia de los peligros reales que
se corren y se hacen correr a los demás. Desde los 0,5 la conducción está prohibida.
0,8 - 1,5 Hay síntomas claros de intoxicación. Están seriamente afectadas la vigilancia, la
atención, la percepción y la coordinación. Los reflejos están perturbados. La
conducción está prohibida.
1,5 - 3,0 Grave peligro. Síntomas claros de embriaguez, trastornos del equilibrio y de la
marcha.
mayor de 3,0 Embriaguez profunda. Pérdida de la conciencia.
Operativo de control de Alcoholemia6
El riesgo resultante del binomio alcohol-conducción no sólo está en función de la cantidad de alcohol
consumida. Influye también:
• La personalidad y el estado de ánimo previo a la ingesta.
• Lo que se espera obtener con el consumo.
• El estado físico y el momento del consumo (en ayunas, comiendo, etc.)
• La tolerancia.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que:
• Los medicamentos ingeridos con alcohol pueden provocar efectos imprevisibles.
• En algunas enfermedades, beber alcohol incapacita totalmente para la conducción.
• Los estados de fatiga, sueño, cansancio, en combinación con el alcohol, aumentan el riesgo de
accidentes. En estas situaciones, los estimulantes, las drogas y los medicamentos, no disminuyen
el peligro; normalmente lo aumentan.
• La combinación con otras drogas, siempre aumenta el riesgo.
(Tomado de www.autorescatolicos.org)


¡ BELLOS RECUERDOS RELACIONADOS CON EL ALCOHOL !








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