viernes, 22 de abril de 2011

ALCOHOL Y VIOLENCIA DOMÉSTICA



Descripción: IDescripción: EDescripción: CDescripción: +Descripción: -Descripción: S


¿INFLUYE EL CONSUMO DE ALCOHOL EN LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR?
Por: JORGE RODRÍGUEZ ESTRADA
Torreón, Coah.- La violencia intrafamiliar es un fenómeno que se incrementa notablemente los fines de semana, cuando se presenta una elevada ingesta de alcohol. Aunque no es muy frecuente, también se reciben quejas contra mujeres que golpean a sus maridos, señaló Gerardo Antonio Pérez Pérez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).


Por lo general, añadió el funcionario, son los hombres quienes agreden a las mujeres y a los menores y estas situaciones, muchas de las veces van acompañadas de la ingesta de alcohol o cerveza y en algunos casos hasta con drogas como mariguana, cocaína o heroína.
Aunque no es muy frecuente, también se reciben reportes de hombres que son golpeados por las mujeres y que de no tenerse aún tan arraigado el mito del ?macho mexicano?, quizás el número de este tipo de quejas crecería en forma considerable, señaló.


Esta problemática, que si bien tiende a distraer tanto al Ministerio Público, estamos obligados a atender, para tratar de calmar los ánimos entre las partes antagonistas, pero sobre todo para evitar cualquier incidente de mayor índole, dijo Pérez Pérez.


En los casos que uno o ambos cónyuges persistan con su agresividad, los servidores públicos tienen indicaciones primero de intentar calmar los ánimos, pero de no ser así, tienen que ser remitidos a la cárcel municipal donde la parte afectada o bien ambos, pueden interponer su denuncia, expresó el delegado de la PGJE.
Por desgracia, dijo, un gran número de estos incidentes termina con el perdón de la parte afectada, pues lo único que quiere es que detengan y encierren en la cárcel por un rato a la parte agresora, de manera que se calme y luego de unas cuantas horas, quienes anteriormente solicitaron el apoyo policíaco van a pagar la multa y así liberar al detenido.


En otros casos, sí se llega a interponer una denuncia en el Ministerio Público, pero al final siempre termina en lo mismo, el perdón del ofendido y la liberación del agresor, afirmó.
Pérez Pérez aseveró que lo conducente en este tipo de situaciones es que la parte afectada interponga su denuncia de manera que siga un proceso, ya que este tipo de delitos tipificados como ?especiales? en el Código Penal, establecen claramente las sanciones que se pueden aplicar, sobre todo si se trata de reincidentes.
El delegado de la Procuraduría General de Justicia del Estado, consideró que falta la cultura de la denuncia por parte de la ciudadanía, pues mientras se tenga la idea de que los guardianes del orden deben intervenir para calmar problemas de tipo familiar y al cabo de un tiempo otorgar el perdón al inculpado, se seguirá distrayendo la atención de los servidores públicos para atender otros ilícitos que afectan a la gran mayoría de la comunidad.


Señaló que debido a las costumbres y la idiosincrasia del pueblo mexicano, principalmente del consumo del alcohol, el problema de la violencia intrafamiliar se agudiza cada vez más, lo que aunado a la desintegración de la familia, se están presentando incluso casos de hijos que golpean a sus padres, sobre todo cuando el muchacho es víctima de la farmacodependencia.
En estos casos es cuando los padres ya no tienen control sobre sus hijos y esto ya le han perdido el respecto a sus progenitores, tanto al padre como a la madre y por desgracia esto va en aumento, terminó diciendo Gerardo Antonio Pérez Pérez.
Abuso a menores: Es importante que los padres de familia interpongan la denuncia correspondiente cuando sus hijos hayan sido agredidos, principalmente cuando el atacante es una persona adulta, ya que este delito debe ser castigado sobre todo si existe la agravante de lesiones, expresó Gerardo Antonio Pérez Pérez, titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
En la agresión a menores, cuando hay lesiones, existe una comisión de delito que debe y puede denunciarse en la PGJE, ya que este ilícito está calificado como agravante según el Código Penal de Coahuila, dijo.
Los casos de agresión infantil deben denunciarse con el Ministerio Público de manera que integre la averiguación previa en donde se señalen el tipo de lesiones y el sujeto pasivo del delito (el menor), para establecer el agravante y de esta manera que la sanción sea mayor, en el caso que sólo hubiese habido la agresión, señaló.
Sin embargo, recalcó, es de suma importancia que en estas situaciones, los padres del menor afectado acudan a la autoridad competente a interponer la denuncia, pues sólo de esta forma se podrá proceder en contra el presunto responsable.
Señaló que por desgracia las agresiones a menores de edad se están incrementando, quizás debido a que no existe una cultura de denuncia entre la población o bien, los padres del afectado optan por no proceder por temor a represalias o por falta de tiempo.
Lo anterior debe dejarse a un lado, pues de otra manera los agresores seguirán haciendo de las suyas sin que se les aplique un castigo ejemplar, concluyó.

SENDEROS DE PREVENCIÓN
Cursos En Línea  -  El Vínculo Entre el Alcohol y la Violencia


En el pasado, la sociedad casi siempre excusaba a los hombres por cometer actos violentos contra las mujeres cuando estaban borrachos. Sin embargo, hoy en día ya la gente no acepta tal comportamiento como normal.

El alcohol y la violencia doméstica tienen algunas cosas en común
 • Ambos pueden ser transmitidos de generación en generación.
 • Ambos involucran la negación y minimización del problema.
• Ambos pueden causar que el abusador y la víctima se sientan aislados.
• Ambos se derivan de una necesidad de poder y control.


Cómo Empieza la Violencia


El destructivo hábito de beber y la violencia en el hogar pueden existir antes del
matrimonio. Los malos hábitos pueden comenzar en los días de citas en la
adolescencia, algunas veces después de observar que los padres exhiben los mismos comportamientos.
Siempre que ocurran el hábito destructivo de beber y la violencia, una pareja estará ejerciendo poder y control sobre la otra.
Una mujer que se convierte en víctima del abuso está en riesgo de abusar del alcohol y otras drogas para escapar del dolor y la vergüenza del abuso. 


Algunas parejas abusivas fuerzan a la mujer a beber o a tomar drogas bajo la amenaza de más violencia. La mayoría de las mujeres no se dan cuenta de que beber alcohol (en cualquier cantidad) las pone en riesgo de violencia.
El alcohol puede estar conectado con la violencia doméstica, aunque uno no cause el otro. No todos los hombres que abusan del alcohol se tornan violentos. Algunos hombres son violentos ya sea que beban o no.
En los casos en que tanto el alcohol como la violencia están presentes, la violencia familiar puede empeorar cuando el hombre deja de beber. En respuesta, algunas mujeres tratan de animar al hombre a comenzar a beber de nuevo de modo que ellas pueden predecir mejor el patrón de abuso.


Ciclo de la Violencia
Por lo general la violencia doméstica ocurre en ciclos. Si no se hace nada para detenerla, la violencia puede repetirse de generación en generación. La violencia también ocurre cíclicamente en las etapas de una relación entre dos personas. 
Las etapas incluyen:
• La Fase de Luna de Miel: Ambas parejas exhiben su mejor comportamiento
y comparten un sentido de emoción y novedad. Se intercambian regalos. El
alcohol puede estar presente sólo en ambientes sociales o románticos. No hay
un verdadero aumento del hábito de beber.
• La Fase de Creación de Tensión: Después de varios meses o un año, la
mujer siente que se crea tensión y nota señales de temperamento o criticismo de parte de su pareja. Ella puede tratar de minimizar los problemas y tiende a
sentirse como si estuviera “caminando sobre cáscaras de huevo”. En algunas, pero no en todas las relaciones abusivas, el hombre puede empezar a beber con exceso. A medida que crece la tensión, el abuso del alcohol se puede convertir en un problema, jugando un papel principal en ataques verbales y violencia menor.


Algunas mujeres pueden beber para disminuir la tensión.
• La Fase de Maltrato Serio: En esta etapa, la violencia que resulta puede ser severa, requiriendo atención médica para fracturas, cortes y quemadas. Un hombre que abusa tanto del alcohol como de su pareja puede empezar a depender del alcohol para aliviar sus sentimientos de impotencia, culpa y tensión. Las mujeres también pueden usar el alcohol para escapar del dolor físico y emocional.
Después de un episodio de violencia, el comportamiento del hombre puede
cambiar dramáticamente. Se torna encantador, lo que conduce a la siguiente
fase.
• La Fase de Luna de Miel: El hombre se siente culpable por la violencia y pide
perdón. Se comporta de manera similar a cuando estaban en los principios de la relación. Le dice a la mujer cuánto la quiere y cuánto la necesita. Si ha estado abusando del alcohol, puede parar de  beber. Ya sea que el alcohol esté
involucrado, en cualquier relación abusiva, la fase de luna de miel eventualmente conduce al siguiente ciclo de la violencia.


La Importancia de Reconocer el Problema: Las familias que experimentan el abuso del alcohol y el físico tienen una sólida necesidad de negar el problema.
La gente que no experimenta los problemas directamente también necesita reconocer el problema en sus comunidades. Se estima que 3 millones de niños entre las edades de 3 y 17 años están en riesgo de exposición a la violencia de los padres cada año.
Muchas personas no están conscientes del impacto el abuso doméstico y del alcohol que tienen sobre los niños. Los niños pueden carecer de esperanzas y sentirse indefensos.
Viven con el temor y la vergüenza. Los bebés podrían no prosperar o sentirse alejados de sus cuidadores. Los niños podrían registrar su trauma físicamente. Pueden quejarse de dolores de estómago, dolores de cabeza y problemas con el sueño. Los niños también pueden sufrir descuido debido a que no se atienden sus necesidades físicas y emocionales.
Los niños mayores podrían tornarse agresivos, deprimidos, o tener un bajo desempeño escolar. Además, los niños pueden hacerse adictos al alcohol o drogas para escapar de su vida hogareña.


Violencia de las Citas de Adolescentes:
El alcohol juega un gran papel en las relaciones abusivas entre adolescentes. Más del 60 por ciento de las agresiones sexuales involucran el alcohol. En efecto, uno de cada cuatro adolescentes experimentarán abuso sexual o no-sexual para cuando terminen el colegio o lleguen a los 21 años de edad.


Las relaciones abusivas entre adolescentes siguen los mismos patrones de las parejas de mayor edad. Sin embargo, los efectos de la violencia sobre las adolescentes pueden incluir:
• Desórdenes alimenticios • Uso de alcohol y drogas • Dificultades para dormir; enfermedades físicas relacionada con la tensión
• Depresión; tendencias suicidas; mayor aislamiento de los amigos
• Falta de concentración y bajas calificaciones en la escuela.


Para obtener más información, vaya a www.samhsa.gov/preventionpathways y haga clic en “cursos” para encontrar el Módulo 5 del curso en línea, “No Me Pasará a Mí: Abuso de Sustancias y Violencia Contra las Mujeres”
Referencias Fazzone, PA; Holton, JK, y Reed, BG. (1997). Substance abuse treatment and domestic violence. Treatment improvement protocol series 25. (DHHS Publicación No. SMA 97-3163). Rockville, MD: Centro para el Tratamiento de Abuso de Sustancias.
Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo. (1997, octubre). Alcohol, violence, and aggression (Alcohol
Alert No. 38). Rockville, MD: Autor, Institutos Nacionales de la Salud, Departmento de Salud y Servicios Humanos.
Disponible en www.niaaa.nih.gov/publications/aa38.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario