«Son
muchas las inquietudes y pensamientos humanos con respecto a sus deseos,
conquistas y satisfacciones. En la mayoría de los casos, las ambiciones son la
consecuencia de factores sociales que asedian la mente y la conciencia, pero al
final de cuentas prima el juicio íntimo e individual».
¡Las personas
somos vulnerables al concepto ajeno! Basta una simple sugestión para que
cambiemos la forma de ver las cosas, nos apartemos del rumbo elegido y queramos
tomar otros caminos.
Siempre
encontramos razones para sustentar las decisiones propias y justificar nuestros
errores y debilidades. Utilizamos todos los elementos que sean necesarios para
minimizar nuestras culpas, pero prevalece la verdad como planteamiento
fundamental de la vida.
Entonces,
buscamos alcanzar metas y superarlas sorteando las dificultades, desde la más
elemental (la supervivencia) hasta las más profundas y exigentes (la felicidad
y el éxito).
La existencia
del ser humano exige un cuidadoso proceso constructivo. Depende de cada uno el
que esa construcción sea pequeña o enorme, frágil o indestructible,
insignificante o majestuosa; que represente nada o que se proyecte como una
riqueza infinita.
No obstante, todo lo que nos rodea imprime en nosotros su influencia; ella puede considerarse buena o mala, viene de cualquier lado, la conformamos todos y cada uno de los seres y las cosas del universo. Ella es pensamiento y materia, es transformable y continua.
Pero solo tú puedes
darle curso a tu vida. Tienes el control y el legítimo derecho a elegir lo que
deseas y lo que te conviene. Eres libre de utilizar todas las herramientas que
sean necesarias para lograr tus propósitos. Puedes apoyarte en Dios, en las
ciencias o en tus emociones, pero siempre llegarás al laberinto de tus
pensamientos y de tu intimidad en donde deberás encontrarte, conocerte y
descubrir tu esencia para hacer la mejor elección.
«El sentido de
este texto es el de aportar al lector un mensaje simple acerca de un tema
importante: el consumo del
alcohol». No es mi intención
criticar ni juzgar, tampoco dictar cátedra sobre el manejo que cada quien debe
dar a su vida, ni mucho menos influenciar a nadie ofreciendo consejos que tal
vez nunca aceptarían viniendo de parte de un extraño.
Solo quiero
narrar y evocar algunas experiencias comunes a la gran mayoría de las personas,
y reflexionar acerca de ellas. Señalar el origen, desarrollo y consecuencias de
las mismas, observando desde mi perspectiva y la interacción social, con el
objetivo de obtener un poco de claridad y entendimiento.
Te
invito a que leas con mucho interés, a que lo disfrutes y participes
reflexionando sobre tus propias vivencias.
Audio: