Imagen tomada de "El Alebrije.net"
Mi primer trago…
Capítulo I
«Pues
bien, estoy evocando aquel tiempo para contar una de mis peores experiencias en
la vida…».
En ese entonces
mi padre era propietario y gerente de una mediana industria de productos
plásticos. Él era un trabajador incansable e inteligente, buen administrador y
gran comerciante. Su planta de producción contaba con veinte operarios o más.
La empresa funcionaba a la perfección, por lo cual nuestra situación económica
era muy buena, lo que además favorecía la imagen de mi padre, otorgándole el
respeto y la admiración de todos.
«Ese día probé mis
primeros tragos». No sé cuánto pude haber bebido, supongo que dos o tres
sorbos, pero recuerdo que me pegué una tremenda borrachera. Sentí mareo,
dolor de cabeza, ganas de vomitar; lloré sin consuelo invadido por una
sensación indescriptible de derrota y quebrantamiento que aún no he podido
olvidar. Por suerte, fui atendido por mi madre y al final pude dormir.
Superamos ese mal momento. —No fue nada crucial—.
Además, no todos
son malos recuerdos de aquel día: ¡cómo olvidar las celebraciones y la
sensación de grandeza que viví al ver a los adultos disfrutando de mi hazaña!
Me hicieron sentir grande e importante. Incluso, recuerdo que me enamoré de una
mujer mayor. Ella era hermosa y alegre, imagino que tendría unos veintiséis
años de edad. Y lo mejor, al parecer ella me correspondía…
«Es un coctel
fantástico de emociones: las delicias del amor y el embrujo del licor». Esa fue
mi primera borrachera, de la cual después me jactaría orgulloso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario